viernes, 15 de noviembre de 2019
Déjame tocarte.
Un nuevo día, una nueva polla estaba en mi cama... De solo imaginármelo me excita. Sentía la necesidad de buscar a una persona que me diera un nuevo placer por descubrir, estaba soltera y hacía meses que no tocaba a un hombre.
Nos conocimos en una noche de fiesta, en una discoteca. Tenía sus ojos en mí todo el tiempo, no apartaba la mirada. Me gustaba que lo hiciera.
Era un chico alto, de pelo moreno y de piel y tenía unos labios gorditos ricos para morder. Para mí, era un pivón.
De esos chicos que dices, a ese me lo tengo que empotrar donde sea, como sea y a la hora que sea.
Cuando voy al servicio ( que estaba detrás suya), tenía que pasar por su lado, quería pasar por su lado, no había otra manera. Lo hice, me cogió suavemente del brazo
y me dijo:
- Te he estado observando un rato, y eres preciosa.
Me fui rápidamente al baño. No podía pararme. Sentía que me orinaba encima.
Salgo del baño y allí está... Me estaba esperando. Comenzamos a hablar, bailar muy pegados, hasta que, llegué a rozar su pene grande y duro detrás de mi culo,
me intenté apartar, pero él no podía dejar de pegarse contra mi, empezó a rozar sus labios en mi oreja,... nos besamos.
Y directamente fuimos al baño,
solo imaginaba que rozaba su lengua en mi clítoris,... , leyó mi mente. Me subió la falda, me bajó las braguitas y
me comió el coño como nadie lo había hecho hasta entonces. Me hizo mojarme, mucho,...
Le digo que suba que ahora me toca a mi, pero él quiere seguir un poco más ahí abajo, me corro en su cara.
Quería que disfrutara y me hizo disfrutar mil veces más. Ahora somos, amantes...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario